Fue visto y no visto. Tuve el día libre y una melena sin vida. Necesitaba un cambio. Era el camino natural de la semana que estaba viviendo. Corto y cambio.
Esta, más o menos, es mi media melena - tirando a melena corta. Con un poco más escalada y con mucho más movimiento.
Ahora que ya casi me he acostumbrado, que he recuperado las horquillas del fondo del cajón y me peleo con el secador... puede decir que vuelve a ser mi pelo.
Y es maravilloso, porque ahora si quiero puedo jugar a ser Daria Werbowy en los Hamptons o tomar nota de Courtney y llevar una melena desenfadada.
Ha sido una pequeña locura que cada vez me parece menos locura...
pd: estoy en racha publicando esta semana. Las cosas se van asentando, por fin : )
Bufff, que valiente,yo sin mi melena,no soy nada,cuando veo a la peluquera con las tijeras tiemblo,no entienden,quiero solo corta PUNTAS, sales con la melena a ras de oreja,asi que tardo en cortar,tan poco soy pocajontas,por la cintura,pero me encanta la melena con caida y bien cuidada.
ResponderEliminarun beso
Seguro que te queda genial. :)
ResponderEliminarYo aún no he ido porque no he tenido tiempo, pero de estos días no pasa! Que ya tengo ganas.