Por fin estamos a 1 de marzo, y la calma a llegado. Con ella mis ganas de aprovechar los días y no darlos por perdidos. Aunque haga lo contrario. Por ejemplo, 1 de marzo: tiempazo, solazo, calorazo. Y yo en casa estudiando (y durmiendo después de la nochecita de ayer).
Me hubiese agobiado.
Contra todo pronóstico... los que me conocen bien que ahora, y después de caer en la misma piedra muchas veces, he aprendido a no dar los días por perdidos.
Ha pasado, lo he vivido. Y me ha costado llegar hasta aquí. Pero en la vida, o al menos en la mía, no he encontrado el botón de reset para volver a vivir ese día que di por perdido hace unos años. Como no existe, y no lo puedo inventar, me dedico a vivirlo.
¿Y tú?
p.d: este post de re-vuelta se me ha ocurrido en la abdominal número 20 y sin una libreta a mano. En mi cabeza quedaba mucho más sentimental y nostálgico.
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