Planes (improvisados) con amigas

Leas cuando leas este post, ¿no crees que es un buen momento para improvisar planes con amigas?


Confieso que las echo muchísimo de menos, ahora que con la mayoría no comparto ciudad. Pero sí confidencias, cotilleos, largas charlas, alguna que otra llamada y cafés espontáneos que siempre se nos quedan cortos.

Así que pensándolo bien, me encantaría hoy mismo hacer cualquier de estos planes improvisados (¡y los que podrían surgir sobre la marcha!). El quid está en ir acumulando buenos momentos con tus amigas. 

Por ejemplo, me encantaría....

- Ir de viaje, un fin de semana mano a mano. Lejos o cerca. La cuestión es hacerlo. Decidirlo el jueves a última hora de la noche.
- Salir a cenar sin que esté en el orden del día, porque os apetece o como extensión del café reconvertido en cañas, en vamos a tomar algo ya que estamos y llegamos cenadas a casa.
- Existe la versión alargar la tarde hasta la madrugada. Y sin planear, por supuesto.
- Hablar por teléfono. Reconozco que he (hemos) perdido la costumbre, por lo que cuando recibo o hago una llamada es uno de los mejores momentos del día.
- Decidir a última hora de la noche que la mañana siguiente desayunamos juntas. Aunque nos separen km. En la veintena los km no son una barrera para ver a las amigas.
- Sesiones de peluquería donde sea: de vuelta a casa después de un día en la universidad, en los baños de la facultad, justo antes de salir de casa a altas horas de la madrugada...
- No planear. Quedar a una hora y sitio concreto e ir con la predisposición de a lo que surja.

¿No os gustaría vivirlos intensamente ahora mismo?

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